Lecciones de una de mis personas favoritas

Este año, la vida nos dio un vuelco a la familia. A mi cuñado, una de mis personas favoritas en el mundo entero, le diagnosticaron un tumor cerebral. Es uno de esos momentos que sacude todo lo que creías entender sobre el tiempo, el amor y lo que realmente importa.

Aunque ha sido aterrador, lo que más me ha sorprendido es él . Su fuerza. Su perspectiva. Su corazón. Incluso ante algo tan difícil, él nos ha enseñado a vivir, recordándonos lo que realmente importa.

Aquí hay algunas de las lecciones que me transmitió y que nunca olvidaré:

1.     No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. La vida vuela. No pospongas las cosas —ni a las personas— que importan. El mañana nunca está garantizado.

2.     La vida no se compone de grandes momentos, sino de los cotidianos. Nuestra forma de vivir el día a día debería bastarnos para sentirnos orgullosos si el mañana nunca llega.

3.     Venimos aquí a experimentar la vida, no a controlarla. Tanto lo bueno como lo malo nos enseñan cosas, y debemos confiar en que el universo tiene un plan más grande para nosotros del que jamás podríamos diseñar.

4.     La felicidad nace de un corazón agradecido. No se trata de ignorar lo difícil, sino de elegir ver lo bueno, incluso cuando la vida se siente pesada. La gratitud no cambia tus circunstancias, cambia tu perspectiva.

Su coraje y gracia han sido el máximo recordatorio de que la vida no se trata de esperar a que todo sea perfecto: se trata de aceptarlo exactamente como es, encontrar belleza en el caos y amor en lo ordinario.

Así que este diciembre, le dedico este número a él y a todos los que siguen luchando por la vida y por los demás, incluso en los momentos difíciles. Ustedes son los verdaderos héroes.

Con infinito amor y gratitud,
Daniella